
Esta semana nos hemos ido de viaje todo el equipo a una isla y hemos creado una lista de cosas que nos llevaríamos a una isla desierta. Seguro que tú ya tienes la tuya. A ver si coincidimos en algo:
Lunes 31 de octubre – Sea-Doo RXP-X 260

En el más caro del mundo cambiamos la clásica barquita por una moto de agua nos puede venir muy bien por si nos queremos dar un paseíto y llegar a una isla cercana. Y como somos muy sibaritas, nos llevaríamos una de gama alta. Esta que hemos elegido tiene un motor de cuatro tiempos. No tendremos que preocuparnos por el ruido que hace ya que esta máquina funciona de manera muy silenciosa. Además, si no eres muy experto tiene un sistema de pilotaje para principiantes permitiéndote ajustar la potencia y una frenada IBR con la que podrás parar la moto hasta 30 m antes.
Martes 1 de noviembre – La tabla de surf de Garret McNamara

Se trata de una tabla de surf única y exclusiva, aunque la realidad es que todavía no podemos adquirirla. Así que de ilusiones se vive, y si nos dejaran, endeudaríamos nuestra mismísima alma al diablo para poder hacernos con esta maravilla creada por Mercedes-Benz.
Miércoles 2 de noviembre – Casa prefabricada de lujo
Al ecologista del grupo le gustaría llevarse una navaja y fabricar su propia casa con los materiales que le ofreciera la isla, pero reconozcámoslo, es incapaz. Por tanto se llevaría una casa prefabricada ecoeficiente donde destacan la luminosidad y el diseño. Nada mejor que un techo acogedor para sobrevivir en una isla desierta. Y ya puede llover y tronar, que lo veremos todo desde la ventana.
Jueves 3 de noviembre – Gafas de sol de Cartier

Al presumido del grupo le preocupa que los rayos de sol puedan hacer mella en la piel y sobre todo en las incipientes patas de gallo. Así que no escatimará en gastos -todo sea por conservar y estirar la juventud todo lo que se pueda (y más). Estas gafas de sol de Cartier protegen y sientan de muerte.
Viernes 4 de noviembre – Toalla de la playa de Hèrmes

Una toalla que parece recién salida de una película de Wes Anderson. Porque siempre hay alguien en el grupo que es un poquito más alternativo y soñador. Esta toalla es ideal para no llenarte los pies de arena, acurrucarte cuando salgas del agua, tumbarte a leer o hacerte un selfie con un fondo marino. Adivina quién se llevaría esto.