Coches de bombero, muñecas de porcelana, trompos o cariocas. Son muy variados los juguetes que marcaron nuestras infancia pero, sin duda, el oso de peluche es común a casi todos los niños del planeta.
Margaret Steiff era una diseñadora de peluches alemana que, desde 1880, hacía fantásticas creaciones gracias a su afición por la costura. Fabricó distintos prototipos que posteriormente fueron popularizados por la marca que ella mismo creó con su nombre. Hoy en día esta casa de juguetes es conocida por ser de las más caras y exclusivas del mundo.
Para conmemorar los 125 años de Steiff, sus diseñadores crearon un oso que acabaría siendo el oso de peluche más caro del mundo. ¿Y qué le hace tan especial? Cada pupila es un zafiro de 11mm de diámetro y con 20 diamantes a su alrededor de corte Rusia. La boca y la nariz están hechos con oro puro de 24 quilates. ¡Cómo para dejárselo a tu sobrina!
La exclusividad de sus productos también se refleja en el precio, pues solo fabricaron 125 unidades en una edición super limitadísima, y el precio en el que cifraron al juguete finalmente quedó en 62.000 €.