Bañarse en millones puede resultar a priori interesante, pero bañarse en la piscina más cara del mundo suena irresistiblemente bien.
Se trata del «pequeño» charquito que tienen en el hotel Sheraton Seagaia de Miyazaki, en Japón . Mide exactamente 300 metros de largo por 100 metros de ancho y tiene un gran techo para que sus afortunados usuarios puedan disfrutar del agua tanto en verano como en invierno.
Pero eso no es todo, la piscina más cara del mundo tiene un volcán artificial que explota cada 15 minutos y calienta el agua para que no haya quien saque de allí a los bañistas. A pesar de ser piscina, las olas no faltan, eso sí, son artificiales.
La vida de esta piscina tampoco ha sido fácil porque, aunque abrió en 1993, fue en 2007 cuando la cerraron por problemas financieros. ¿Cuanto costó construirla? ¡2.000 millones de dólares!