
Los más hedonistas saben que uno de los placeres superiores de esta vida es la buena comida y quienes gustan del buen comer saben que hay pocas viandas más apetecibles que un buen trozo de carne cocinado a la plancha. Es por eso que hoy vamos a hablar de la carne más cara del mundo.
Los ganaderos japoneses de la región de Kobe tienen desde hace siglos el prestigio y el reconocimiento mundial de criar a las reses cuya carne es la mejor valorada por los chefs más influyentes y los paladares más sibaritas. Puede que se deba al aislamiento derivado de la escarpada orografía de la región nipona o quizás al minucioso cuidado de los ganaderos en su alimentación, pero lo cierto es que la carne de las reses Kuroge wagyu es la más pura y sabrosa de cuantas se conocen en el mundo.
Se trata de una carne deliciosa, tierna y jugosa, con la textura suave de un paté y un sabor intenso y delicado que se exporta desde el puerto japonés de Kobe en muy pequeñas cantidades a distribuidores de todo el mundo. Es precisamente su escasez lo que hace de la carne de Kobe un producto muy exclusivo por el que los gourmets más exigentes llegan a pagar más de 200 euros el kilo.
Precio: 200 euros el kilo