La filatelia es una de las aficiones más extendidas en el mundo, pero si bien es común, también es necesario tener mucho dinero para poder surtir de sellos las colecciones.
Hoy os hablaré del sello más caro del mundo: se trata del «Trestkilling amarillo», que recientemente ha sido subastado en Ginebra y vendido por cuarta vez (las veces anteriores fueron en 1984, 1990 y 1996) a través de la casa de subastas David Feldman.
El comprador esta vez ha decidido mantener su identidad en el anonimato, afirmando que a pesar de los 2’3 millones que ha desembolsado para adquirir el Trestikilling, considera toda esta operación como una «inversión estable» dados los tiempos.
La historia del sello es curiosa, pues fue impreso por error en 1855, en una serie de 8 sellos que por su diseño eran verdes. Éste en cuestión salió amarillo y eso le convirtió en uno de los más deseados del planeta, pues es único.