
Es una lástima saber que actualmente nadie puede jugar con el Monopoly más caro del mundo. Este juego tan legendario tiene una versión de lujo, que se mira pero no se toca. Se encuentra en el Museo de Finanzas de Nueva York (en Wall Street).
Y por mucho que la pena embargue, es normal que no esté al alcance de nadie: el juego está compuesto por piezas hechas de oro y rematadas de rubíes, los hoteles están acabados en zafiros y las casillas son de piedras preciosas. Los dados cuestán 7.000 € y están realizados en oro; sin contar que los 42 puntos tienen incrustaciones de diamantes. El tablero, para rematar, es de oro de 18 kilates.
En resumen, se trata de una pintura-escultura- obra de arte de extraordinario valor que solo fue mostrada por única y primera vez el año de su creación, 1988, en el Torneo Mundial de Monopoly celebrado en Londres. Exhibido pero no jugado, pues no se puso a disposición de los participantes por miedo a que fuera arañado o que a alguien se le ocurriera robar alguna de la piezas.
Esta pieza tan peculiar fue encargada por los propio Parker Brothers, dueños de los derechos del Monopoly, tras el propio ofrecimiento del artista. Su precio actual (aunque dudamos que esté en venta) es de 1,4 millones de €.