
Los gatos tienen un atractivo muy especial, y prueba de ello es la cantidad de felinos que han alcanzado la fama.: La Gata Loca, el gato Félix, el gato Tom -que medía su ingenio con el ratón Jerry-; el gato Silvestre, el gato Jinks, Garfield, Isidoro, Don Gato, el gato con botas… hasta un gato cósmico como Doraemon y otro, el gato de Schrödinger, que no se sabe muy bien si está vivo o muerto.
Pero a este elenco de engatusadores hay que añadir al gato Ashera, que tiene la particularidad, no solo de ser el más grande, sino también el gato más caro del mundo.
Así es el Ashera, el gato más caro del mundo
Su origen ha generado mucha controversia entre los amantes de los gatos, ya que Ashera es un híbrido felino que ha sido creado mediante técnicas de ingeniería genética.
Es el resultado del cruce de tres especies de felinos: serval, bengala y gato doméstico. Solo se crían 50 de estos bellos gatos al año y sus criadores, la empresa Lifestyle Pets, los venden ya esterilizados.
Estos gatos pueden alcanzar hasta los 15 kilos de peso y medir 1,20 metros de altura cuando se alzan sobre sus dos patas traseras, lo que los convierte en los gatos más grandes del mundo. También tienen la peculiaridad de disponer de un pelaje especialmente bello, con un estampado muy parecido al de los leopardos y que, además, es hipoalergénico.
Pero sin duda, lo que más llama la atención de este bonito minino es su precio: 22.000 dólares (casi 18.000 euros) por ejemplar, aunque por esa cantidad se incluyen vacunas, microchip identificador, servicios de expertos veterinarios en conducta animal y un año de seguro médico veterinario.
Pese al aspecto salvaje de este «minileopardo», el Ashera es un gato que se caracteriza por su docilidad y su buen carácter. Prefiere la vida doméstica a salir de caza, lo que lo convierte en un excelente compañero.